Roberto y Victor son un músico y un poeta bohemios que viven en una buhardilla de París y sueñan con que sus obras se representen en la ópera. Una de las vecinas del edificio, Cosette, sueña a su vez con ser cantante y sus continuos ensayos distraen la labor de composición de los dos amigos.
Una serie de casualidades hacen que Cosette, que tiene una importante audición para la ópera, encuentre la partitura que está escribiendo Roberto. Poco después se ven en persona por primera vez y tienen un flechazo. Cosette acaba cantando el aria de Roberto lo que supone un triunfo para la pareja, que ya planea casarse.
Bohemios es una viñeta romántica que no intenta emular el alcance de la obra maestra de Puccini, pero su aire de dulzura juvenil y buen humor han asegurado su popularidad duradera.
Las influencias francesas en lugar de italianas son evidentes en la partitura, lo que sin embargo muestra la creciente individualidad de Vives. Su técnica se debía más a la ópera francesa que a la opereta, y la característica más impresionante de Bohemios es la capacidad de su compositor para construir unidades más complejas de lo que era habitual en el género de la zarzuela.
Hay dúos y encantadoras romanzas que emergen de un diálogo sinfónico más que hablado. Vives nunca es menos que suavemente afinado, más cercano a Massenet que Chapí o Chueca; pero en al menos dos números, el famoso Coro de bohemios e Intermedio, la elegancia parisina da paso a una vitalidad apasionada que es muy distintivamente española en el sentimiento.
A pesar de que su estreno fue un éxito, contó con una circunstancia desfavorable, y es que los ánimos del público del Teatro de la Zarzuela estaban predispuestos en contra debido al estreno, un día antes, de la zarzuela La obra de la temporada, con libreto de Sinesio Delgado y música de Joaquín Valverde Sanjuán.
Debido a ese estado de ánimo, al término del primer cuadro de la obra de Vives el público se mantuvo frío, pero tras el grandioso coro del segundo, todo cambió. Vives hubo de salir varias veces a saludar y el número fue repetido en tres ocasiones.
A partir de ahí, su éxito fue imparable: en los primeros veinticinco años, se representó unas dieciocho mil veces. Dado el éxito, en 1920 y a instancias del Teatro Real de Madrid, se propuso su conversión en ópera, mediante el añadido de números musicales a las largas partes habladas. Por aquel entonces, Vives se encontraba inmerso en otros proyectos, delegando esa tarea a Conrado del Campo para llevar a cabo la adaptación, realizando una labor meritoria. No obstante, desde 1965 sólo se representa la versión original, a instancias de Antonio Ros Marbá. La versión ampliada nunca ha sido llevada al disco.
Cossette - Charo Martos
Juana - Maria José Soler
Cecilia - Raquel Reig
Pelagia - Mari Carmen Calero
Girard - Vicent Alventosa
Víctor - Jandro Revert
Roberto - José Manuel Más
Marcelo - Ricardo Úbeda
Un Bohemio - Juan Javier Gisbert
Orquesta Sinfónica Teatro Castelar de Elda
Coro “Ars Lírica”
Dirección escénica – Jordi Sebastià Vicente i Alonso
Dirección Musical – Enrique J. Peidro Baldó